La situación en Europa - Necesidades sociales de las personas mayores
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La situación en Europa - Necesidades sociales de las personas mayores
El porcentaje, sobre el total de población, de las personas mayores de 65 años en España es muy parecido al de la Unión Europea (19,2 y 19,8%, respectivamente), si bien en nuestro país el peso relativo del estrato de mayor edad (con una edad igual o mayor a 80 años) es algo superior. Siendo muy similar la proporción de personas mayores, existen algunas diferencias importantes en el modo en que las personas mayores cubren sus necesidades sociales, con indicadores mejores en España, en general, que el promedio europeo.
Uno de los datos más relevantes al trazar ese análisis comparado es que las situaciones de pobreza de las personas mayores, a diferencia de lo que sucede con el conjunto de la población, son parecidas en cuanto a su extensión a lo que sucede en el promedio de países de la UE. Hay que destacar también, sin embargo, que la tasa de pobreza de este grupo de edad en España es mayor que la de otros países europeos de menor renta. Esa posición relativa empeora, además, cuando el riesgo de pobreza monetaria se mide añadiendo la probabilidad de que en ese mismo hogar exista un problema de privación material. Las tasas de pobreza consistente en las personas mayores solo son más elevadas en los países del Este y en Portugal y Grecia.
En el resto de indicadores seleccionados, el análisis comparado refleja una situación positiva para las personas mayores en España. El porcentaje de personas en este estrato de edad con problemas de sobrecarga de la vivienda es menos de la mitad del promedio de la UE, siendo España uno de los países donde el indicador es más bajo. Como en los otros dos indicadores citados, esa situación relativa es mejor que la del conjunto de la población.
Relacionado también con la vivienda, aquellas en las que viven las personas mayores reúnen mejores condiciones y equipamientos que en otros países europeos, con un tercio menos de extensión de este problema que en el promedio de la UE. No obstante, en términos relativos esa posición es peor que la que corresponde al conjunto de la población, que a pesar de presentar un indicador mayor que el de las personas mayores es sensiblemente inferior a la de varios países de la UE.
Por último, la posición española en cuanto al porcentaje de personas mayores gravemente limitadas es también mejor que la de la mayoría de países europeos. El envejecimiento demográfico supone, en todos los países, una demanda creciente de cuidados de larga duración, aunque el estado de salud de las personas mayores influye en esta evolución. Aunque la tendencia registrada es positiva a lo largo del período reciente y la reducción experimentada en España supera a la observada a nivel europeo, hay que recordar, no obstante, que este indicador se basa en una sola pregunta que tiene un cierto componente subjetivo, por lo que dicha mejora debe ser valorada con prudencia.
No existe una estadística europea que permita analizar cómo evoluciona en los distintos países la cobertura de esta necesidad social, pero la OCDE ofrece datos comparables para unos 18 países occidentales (OCDE, 2017). Según esos datos, el porcentaje de personas mayores que reciben cuidados de larga duración en España, pese a haber aumentado entre 2005 y 2015, sigue siendo inferior al promedio de la OCDE (8,5 y 13%, respectivamente). Además, una proporción superior de personas mayores son atendidas en sus propios domicilios. Este dato refleja en parte preferencias, pero también restricciones asociadas a la insuficiencia de la oferta de plazas en atención residencial y centros de día.
LA SOLEDAD DE LAS PERSONAS MAYORES
Los indicadores habituales que miden las necesidades sociales de las personas mayores prestan poca atención al ámbito relacional. Son pocas las bases de datos con información sobre la percepción que tienen aquellas sobre las situaciones de apoyo afectivo y personal en su vida diaria. La Encuesta Nacional de Salud pregunta explícitamente cómo reciben amor y afecto. El 3,1% de las personas mayores declara que reciben menos de lo que desearían, un porcentaje que sólo es algo superior al de todos los mayores de 15 años (2,9%).
La información europea sobre cuestiones similares es muy limitada, sin datos comparables para todos los países. Entre los doce que disponen de información (encuesta SHARE), España se encuentra dentro del tercio de países donde ambos problemas tienen una mayor incidencia.
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