La situación en Europa - Necesidades sociales: mercado de trabajo
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La situación en Europa - Necesidades sociales: mercado de trabajo
El funcionamiento del mercado de trabajo español presenta importantes diferencias respecto del de otros Estados miembros de la Unión Europea. En particular, es especialmente distinto del de los países que forman parte de la Eurozona. Las diferencias más importantes están en las dificultades que encuentran todas las personas activas españolas para acceder al empleo, y especialmente los jóvenes, lo que supone que España sea el país con un mayor número de desempleados y de empleados con insuficiencia de horas trabajadas (subempleados). Es decir, el país con un mayor número de personas con la necesidad de aumentar sus horas de empleo. Adicionalmente, las características de las personas activas con mayores probabilidades de desocupación o subempleo se concentran más en unos hogares que en otros, lo que implica que también tengamos el mayor número de trabajadores que viven en hogares cuya renta familiar está por debajo del umbral de la pobreza.
Dos de las principales fuentes de diversidad en el mercado de trabajo de los países europeos son las distintas estructuras productivas y las políticas laborales llevadas a cabo, tanto activas como pasivas. Todo ello afecta a las tres dimensiones clave del mercado de trabajo: acceso al empleo, condiciones de trabajo adecuadas y salario suficiente.
En el reto de acceso al empleo se han seleccionado dos indicadores clave. El primero mide la dimensión del subempleo por insuficiencia de horas y el segundo la duración del desempleo. El primer rasgo relevante es que España ocupa las últimas posiciones del ranking en ambos indicadores, solo superada por Grecia en la duración del desempleo. En 2005, con niveles de desempleo muy bajos y tasas altas de crecimiento económico, la posición española en el ranking era sensiblemente mejor, tanto en relación con el subempleo como en la duración del desempleo. España estaba en una posición intermedia entre los países nórdicos y los centroeuropeos y los países del Este de Europa, ubicados estos últimos en posiciones peores que la española.
El indicador seleccionado para el reto de tener condiciones de trabajo adecuadas es la insatisfacción general con el trabajo. En este caso la posición de España en el ranking también empeoró entre 2005 y 2015 para situarse entre los últimos cuatro países de la UE en esta necesidad. Prácticamente, uno de cada cinco trabajadores españoles está muy poco o poco satisfecho con las condiciones laborales de su trabajo, cuando lo habitual en el resto de la UE es que esta cifra se sitúe alrededor de uno de cada ocho o diez trabajadores.
El análisis se completa comparando la necesidad de tener un salario suficiente en los distintos países de la UE. Se han seleccionado para ello dos indicadores: la desigualdad salarial, es decir, el porcentaje de trabajadores cuyos salarios por hora son inferiores a un umbral que depende de la distribución salarial (relativo) de cada país, y el porcentaje de empleados que sufren pobreza laboral, es decir, personas ocupadas que viven en un hogar cuya renta familiar no supera el umbral de pobreza.
Como se puede apreciar, España se sitúa en una posición intermedia en el contexto europeo en cuanto al número de personas cuyo salario por hora es bajo y durante la recesión su posición solo empeora ligeramente. Eso sí, tanto antes como después de la crisis, España aparece en las peores posiciones del ranking de pobreza laboral, principalmente por el aumento del subempleo por insuficiencia de horas, la parcialidad involuntaria y el aumento de la concentración del desempleo y del subempleo en determinados hogares.
1. Posición de España en el ranking de necesidades sociales relacionadas con el mercado de trabajo en la UE.
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