Buenas prácticas
Los instrumentos de participación ciudadana en el marco de la innovación tecnológica
La participación ciudadana constituye un valioso instrumento para saber qué opina la sociedad acerca de los posibles impactos de la ciencia y la tecnología. No solamente resulta muy útil para analizar los desafíos socioeconómicos y jurídicos relacionados con las nuevas tecnologías y sus aplicaciones, sino también para generar confianza y gestionar riesgos y problemas éticos.
Datos básicos
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Ámbito geográfico: internacional.
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Fuente:
DEPARTMENT FOR BUSINESS, ENERGY AND INDUSTRIAL STRATEGY (2021): The use of public engagement for technological innovation. Literature review and case studies. BEIS Research Paper 2021/003.
1. Contexto
Se considera que la innovación tecnológica contribuye significativamente al progreso de las sociedades y de las economías en general. Ahora bien, las tecnologías y sus aplicaciones también conllevan múltiples retos sociales, económicos y normativos; de ahí que gobiernos, organismos reguladores, el sector industrial, el ámbito académico y la ciudadanía en general hayan sostenido numerosos debates sobre cómo beneficiarse de la innovación tecnológica al tiempo que se abordan los riesgos derivados de tales desarrollos. Un aspecto fundamental relacionado con estos diálogos y debates es la participación ciudadana, cada vez más apreciada como un valioso instrumento para fomentar la transparencia y la apertura, conciliar las necesidades de la ciudadanía, aumentar la representatividad y generar confianza en el proceso de toma de decisiones y en las propias tecnologías.
2. Debate
En el contexto de la innovación tecnológica, la participación ciudadana se refiere a la participación de un grupo diverso de personas en diálogos y debates sobre las distintas posibilidades de aplicación de las tecnologías nuevas y emergentes. Permite abordar diversos asuntos concretos, como su gestión y reglamentación, además de otras cuestiones más generales que podrían derivarse del modo en el que se desarrollan y adoptan estas tecnologías.
Los métodos y enfoques empleados varían sensiblemente. Los métodos más convencionales abarcan encuestas, consultas públicas, talleres, focus groups y jurados de ciudadanos, mientras que los más innovadores y recientes comprenden la utilización de enfoques creativos y artísticos, juegos formativos, tecnologías digitales y plataformas en línea. Los enfoques consultivos —como las encuestas, las entrevistas y los focus groups— constituyen un método consolidado para recabar información de una muestra seleccionada de la ciudadanía. Los métodos deliberativos son particularmente útiles para explorar a fondo algunos temas, y también para tratar aquellas cuestiones que puedan ser polémicas o generar incertidumbre. Algunos métodos innovadores –como los basados en el arte o en técnicas experienciales– pueden contribuir a que la participación ciudadana adquiera una mayor relevancia, dado que ayudan a las personas a comprender de qué modo una innovación tecnológica puede encajar en su vida cotidiana o cómo puede repercutir en ella, y también a impulsar una participación más diversa. El empleo de técnicas en línea puede acelerar el proceso de participación, captar los puntos de vista de la ciudadanía a gran escala y aumentar la inclusión y la cobertura geográfica.
La participación ciudadana conlleva el reto de asegurarse de que se emplean los métodos más apropiados para cada situación y se dispone de la financiación adecuada. También se debe contar con el tiempo necesario para planificar y ejecutar las iniciativas satisfactorias, además de cerciorarse de que los equipos de investigación y los responsables de tomar las decisiones reconocen su valor, y de que se posee la capacidad y las aptitudes requeridas para llevarlas a cabo y comunicarlas.
3. Conclusiones
La eficacia de las técnicas de participación ciudadana en materia de innovación tecnológica no suele evaluarse formalmente y los resultados sobre muchos de estos métodos aún son limitados. En conjunto, la evidencia sobre su impacto es más robusta en los enfoques tradicionales y más limitada en los menos convencionales, a menudo consistentes en pruebas de conceptos que demuestran la viabilidad de una técnica en concreto. El resultado más divulgado es una mayor sensibilización y comprensión con respecto a las innovaciones tecnológicas, pero también hay ejemplos de iniciativas de participación ciudadana que han incidido en aspectos relacionados con la confianza de la ciudadanía, las políticas y la reglamentación, o que han contribuido a sustentar la adopción de la innovación tecnológica en el mercado o a impulsar cambios en los modelos empresariales.