¿Qué sucede cuando los ciudadanos sí pueden elegir las noticias que consumen? Cabe esperar que, en estas circunstancias, no todos los ciudadanos opten por leer sobre los casos de corrupción que afectan a su partido preferido.
Las actitudes y creencias políticas de los ciudadanos son fundamentales a la hora de seleccionar información. Así, algunos individuos tienden a evitar exponerse a la información que cuestiona o contradice sus preferencias políticas. Otros optan por evitar completamente las noticias políticas y únicamente consumen contenidos de entretenimiento. Por otra parte, es probable que los individuos que sí quieren leer sobre corrupción tengan características sociopolíticas distintas de los que optan por leer otro tipo de noticias. Múltiples estudios indican que los individuos con más conocimiento político, mayor interés en la política y mayor identificación partidista consumen más información política, pero, a su vez, suelen ser menos proclives a modificar sus actitudes y comportamientos en función de la nueva información que reciben (Zaller, 1992). Todo ello tiene implicaciones relevantes para el castigo electoral de la corrupción. Sin embargo, la proporción de individuos que se exponen a la información sobre corrupción y cómo estos se diferencian de otros ciudadanos son dos aspectos que no se han tenido en cuenta en estudios previos.
Para obtener información de estas cuestiones, introducimos aquí dos elementos innovadores respecto a estudios previos de referencia sobre los efectos de la corrupción (Anduiza et al., 2013; Winters y Weitz-Shapiro, 2013). En primer lugar, al principio de la encuesta y conociendo el partido político preferido de los encuestados, se mostró a todos ellos diferentes titulares y se les preguntó qué noticia preferirían leer, siendo estas las opciones: una noticia sobre un caso de corrupción que afecta a su partido preferido, una noticia sobre el buen desempeño de su partido preferido, una noticia política neutral (que no hacía referencia a ningún partido político) y dos noticias de entretenimiento.
A continuación, 819 personas de las 2.540 encuestadas fueron asignadas aleatoriamente a leer aquella información seleccionada por ellos mismos de acuerdo con sus preferencias. Este escenario, en el que cada individuo selecciona por sí mismo la información que desea leer, es más realista que aquel en el que se expone de manera aleatoria a todos los encuestados a una información que quizá no leerían en el mundo real.

El gráfico 2 pone de manifiesto que solo un 15,5% de los encuestados elige leer sobre un caso de corrupción que involucra a su partido preferido. La mayoría (un 48,2%) prefiere leer sobre el buen desempeño de su partido preferido. Además, un 33,2% de los encuestados evita leer sobre política y se decanta, en su lugar, por noticias de entretenimiento. Finalmente, solo un 3,1% escoge informarse de asuntos políticos neutrales, que no hacen referencia a ningún partido político. El hecho de que solo una minoría de los ciudadanos decidan exponerse a información sobre la corrupción que afecta a su partido preferido puede suponer una seria limitación para el castigo electoral de la corrupción.
Además, como revela el gráfico 3, el perfil de los encuestados que prefieren leer cada uno de estos tipos de noticias es diferente. Los que leen sobre corrupción o el buen desempeño de su partido preferido son políticamente más sofisticados: tienen mayor interés y conocimientos sobre política. Estos encuestados también se identifican más intensamente con su partido preferido, en especial los que prefieren leer sobre el buen desempeño del partido. En cambio, los que optan por leer sobre temas políticos neutrales o relacionados con el entretenimiento se identifican de un modo mucho más débil con su partido preferido. Estos últimos constituyen de manera clara el grupo con menor interés y conocimiento políticos. En cuanto al perfil ideológico de cada grupo, las personas que prefieren leer sobre corrupción son ligeramente más de izquierdas; mientras que los que optan por temas políticos neutrales son más de derechas.

Las diferencias en el perfil de los individuos que seleccionan cada uno de estos tipos de noticias pueden tener consecuencias para el castigo electoral de la corrupción. Esto es así ya que estudios previos han demostrado que los individuos con mayor sofisticación política y con una identificación partidista más definida son más reacios a modificar sus actitudes y opiniones políticas (Zaller, 1992). El conocimiento y las preferencias previas les llevan a seleccionar y procesar nueva información, de tal manera que puedan evitar disonancias cognitivas. Por lo tanto, aun cuando se expongan a información sobre casos de corrupción que involucran a su partido político preferido, es posible que los individuos con mayor interés y conocimiento político, y fuertemente identificados con el mismo, sean menos proclives a modificar sus opiniones sobre este partido. En cambio, los individuos menos sofisticados y débilmente identificados con su partido preferido pueden ser más receptivos a esta información y modificar sus opiniones en mayor medida.