Buenas prácticas
Programa de Personas Mayores
Un programa que contribuye a mejorar la calidad de vida de los mayores y refuerza su autonomía y participación social, especialmente en las situaciones de vulnerabilidad.
Reto
En 2014 la Encuesta Europea de Salud informaba que el 20,7% de las personas de 65 años y más tienen dificultades para llevar a cabo alguna de las actividades básicas de la vida diaria, aumentando el porcentaje de las personas que necesitan ayuda al 53,7% en los mayores de 85 años.
Las mujeres tienen una esperanza de vida mayor que la de los hombres, pero una esperanza de vida saludable (años de vida sin problemas de salud graves o moderados) menor.
En España, el porcentaje de los mayores de 65 años que viven en hogares unipersonales aumenta durante el proceso de envejecimiento, llegando a vivir solos el 21,1% de los hombres y el 40,9% de las mujeres mayores de 85 años. Hay más de 4,5 millones de personas que cuidan a otras de manera altruista (el 15,5% de estos cuidadores son mayores de 65 años), además de cientos de miles de empleadas de hogar (mayoría de mujeres inmigrantes).
1. Acción
”la Caixa”, con la colaboración de Matia Instituto Gerontológico, ha puesto en marcha diversas acciones para estudiar las opiniones y percepciones sociales existentes sobre los cuidados y la dependencia en el envejecimiento:
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Una exhaustiva revisión de la bibliografía científica existente, así como de las diversas experiencias internacionales en el mundo de los cuidados.
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Un estudio cualitativo sobre los cuidados en las relaciones de dependencia.
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Un estudio con una muestra de 4.784 personas a través de un cuestionario on-line a profesionales y ciudadanos sobre sus opiniones en torno a las responsabilidades en los procesos de cuidado.
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Diversas entrevistas en profundidad a académicos, profesionales y personal del mundo asociativo.
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Cuatro jornadas de reflexión y debate en Gerona, Málaga, Madrid y Bilbao.
2. Resultados
Situar por delante a la persona y cuidarla como nos gustaría ser cuidados implica:
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Ponerse en el lugar del otro (bien sea el cuidador o la persona que es cuidada).
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Tratarlo con dignidad y respeto a los derechos, que son la base del buen trato.
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Fomentar la autonomía, respetar la autodeterminación, mantener las responsabilidades sobre la propia vida y el derecho a recibir apoyo.
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Promover la corresponsabilidad en las tareas de cuidado.
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Tratar a las personas teniendo en cuenta tanto sus necesidades físicas como cognitivas, emocionales, espirituales, etc., todas ellas fundamentan una atención integral.
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Formar a los cuidadores, acompañarles y apoyarles, también para dispensar cuidados paliativos.
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Fomentar la participación y visibilizar los cuidados.