Artículo
Los equilibrios del estado del bienestar
El estado del bienestar favorece a las personas mayores frente a la población infantil a lo largo de su ciclo de vida
Concepció Patxot y Gianko Michailidis, Universitat de Barcelona
El estado del bienestar, a medida que crece, se sesga hacia las personas mayores: el coste para atender las necesidades de los mayores está altamente socializado, mientras que el coste para hacer frente a los requerimientos de la población infantil se deja, en mayor medida, en manos de sus familias. Esto implica que tanto los niños como los jóvenes están más desprotegidos durante el ciclo económico y, además, se encuentran más expuestos al riesgo de pobreza. Dado que la sostenibilidad financiera del estado del bienestar peligra a causa del envejecimiento demográfico, este sesgo hacia las personas mayores podría estar creando incentivos negativos para tener hijos. Esto generaría, a su vez, un círculo vicioso que perjudicaría la sostenibilidad financiera del estado del bienestar. Esta sostenibilidad podría mejorar si las políticas de bienestar adquirieran una perspectiva de ciclo de vida.
Puntos clave
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1El estado del bienestar ha sustituido las transferencias familiares de forma asimétrica, favoreciendo los recursos destinados a las personas mayores frente a los destinados a la población infantil.
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2La crisis económica del 2008 ha agravado esta situación en España; esta coyuntura explica el aumento de la pobreza infantil, superior a la del resto de la población.
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3Como resultado del sesgo en las transferencias intergeneracionales, el proceso de envejecimiento de la población fomenta la sostenibilidad política del sistema, pero perjudica su sostenibilidad financiera.
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4Con el fin de garantizar la sostenibilidad financiera del estado del bienestar, los sistemas redistributivos deberían diseñarse considerando su impacto a lo largo del ciclo de vida.
