Fantasmas de la ciencia española merece tener lectores en muchos lugares, y Portugal no es ninguna excepción, según atestiguan los paralelismos entre las actividades científicas de los países ibéricos: les permitieron construir sus imperios en el pasado y han sido decisivas para configurar sus Estados actuales. Además, han estado muy interrelacionadas en diversas épocas. Así, entre 1921 y 1970, las sociedades para el progreso de las ciencias de Portugal y de España celebraron ocho congresos conjuntos. El primero tuvo lugar en Oporto hace justo un siglo. Precisamente, la conferencia que impartió en él Ricardo de Almeida Jorge, considerado el fundador de la salud pública moderna en Portugal, se titulaba «La intercultura de Portugal y España en el pasado y en el futuro».
La segunda obra, Ciência, Tecnologia e Medicina na Construção de Portugal, coordinada por Maria Paula Diogo y Ana Simões, consta de cuatro volúmenes y es la más reciente contribución de la historiografía portuguesa sobre la evolución de la ciencia, la tecnología y la medicina (CTM) en el país luso durante más de cinco siglos de historia.
Esta magnífica iniciativa colectiva presenta un rico panorama actualizado del desarrollo de la CTM en Portugal, al tiempo que sitúa su modernidad científica y tecnológica en una dialéctica permanente entre «contestación» e «innovación», en oposición al conservadurismo y al autoritarismo. Constituye una obra bien fundamentada y comprensible en una sociedad tradicionalista —y también autoritaria, marcada por las cuatro décadas del Estado Nuevo portugués— que, a su modo, como proyecto político y social alternativo, apela a la ciencia en nombre de la modernidad, entendida como intrínsecamente progresista e innovadora.
El cuarto volumen, Inovação e Contestação (Séc. XX), coordinado por Maria Paula Diogo, Cristina Luís y M. Luísa Sousa, es el que se aborda aquí. Nos invita a transitar por distintos temas —desde la instauración, en 1910, de la Primera República en Portugal hasta los desarrollos más recientes de la ciencia portuguesa, sus políticas e instituciones—, todos ellos organizados de forma diacrónica. Aunque este volumen aún no ofrece una visión clara de las narrativas en conflicto, recoge ya algunos aspectos consensuados sobre el proceso histórico del siglo XX con respecto al papel de la CTM en la sociedad portuguesa. De ahí que el lector pueda observar, en especial, la sincronía entre el proceso nacional y un internacionalismo muy influyente desde finales de la Segunda Guerra Mundial, tema recurrente en las comunidades científicas. Al margen de la diversidad de los ensayos, a caballo entre «el contraste y la complementariedad», nos hallamos ante la tesis de que la ciencia, la tecnología y la medicina no pueden «quedar al margen del análisis histórico» por sus repercusiones materiales y simbólicas, esenciales para la afirmación de la identidad del país.
Inovação e Contestação (Séc. XX) reúne a los principales académicos del panorama historiográfico portugués, incluidos los de las nuevas generaciones, y se caracteriza por que sus autores pertenecen a diferentes escuelas y grupos de investigación, «con distintas tradiciones y formaciones de base también diversas». Así, a lo largo de veinticinco capítulos, todos ellos de distinta autoría, este volumen nos adentra en la historia del desarrollo y la circulación del conocimiento técnico-científico en Portugal, con varias aportaciones sobre su marco político-institucional, lo que revela una cierta madurez de la historiografía de la ciencia, por lo general de tradición más internalista.
La obra, estructurada en capítulos relativamente cortos y con un estilo sintético, pensados para un público amplio —no especializado, pero sí interesado—, permite al lector iniciarse en diversos temas, como la reforma republicana de la enseñanza superior universitaria; la construcción de la medicina científica portuguesa; el periodismo científico en Portugal; las ciencias de los territorios portugueses de ultramar; la institucionalización de las políticas científicas; la infraestructura técnico-científica y de laboratorios del país; la ingeniería portuguesa y la física e ingeniería nucleares; el desarrollo técnico-científico en África; las políticas científicas posteriores a abril de 1974; la divulgación de la ciencia, y la movilidad internacional de la comunidad científica.