El bienestar de la población está muy relacionado con las posibilidades de acceso a la educación. El sistema educativo español se caracteriza por tener niveles altos de acceso a edades tempranas.

En la actualidad, el 60 % de la población española de entre 25 y 64 años cuenta con estudios medios (bachillerato o formación profesional o similar). Aun así, el abandono escolar sigue siendo preocupante en nuestro país.

El nivel de segregación por origen social en los centros educativos españoles es alto en el contexto europeo. Otros indicadores, como el índice de abandono escolar y el dominio de algún idioma extranjero, también nos sitúan en peores niveles que la media europea. 

España es uno de los países de la Unión Europea que menos gasta en educación. La mayor brecha en inversión de recursos por estudiante se da en el ámbito universitario.