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En el 2017, siete de cada diez españoles consideraban que la integración de los inmigrantes era generalmente satisfactoria, un porcentaje muy superior a la media de la UE.

Tanto las personas de nacionalidad española como los extranjeros tienen una percepción de su salud buena o muy buena y por encima de la media europea.

En el 2017, 66.498 personas obtuvieron la ciudadanía española, un 1,1 % del total de la población inmigrante, un porcentaje más bajo que en otros países como Italia, el Reino Unido, Alemania y Francia.

La población de origen inmigrante tiene más probabilidades de residir en viviendas sobreocupadas. Así, en el 2018, el 13,2 % de la población de origen extranjero en España residía en viviendas sobreocupadas.​​​​​​​

El 30,4 % de la población de origen extranjero vive en hogares en que los gastos de vivienda superan el 40 % de la renta disponible.

El porcentaje de los llamados «ninis» (ni estudian ni trabajan) es mucho más alto en España entre las mujeres de origen extranjero que entre los hombres (27,8 %, respecto al 21,6 %).

Solamente el 27,7 % de la población extranjera accede a estudios superiores en España, frente al 44 % de la población autóctona.

¿Sabías que el 13,3 % de la población española es extranjera? Las solicitudes de asilo procedentes de países extracomunitarios se han multiplicado por doce en los últimos diez años en España.

En el 2018, una de cada dos personas de origen extranjero en España estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Descubre si se supera la media de los países de la UE.

En el 2018, la renta mediana equivalente de los individuos nacidos en el extranjero era un 37,8 % más baja que la de los nacidos en España. Una diferencia muy superior a la media de la UE, situada en un 7,3 %.