La contratación temporal es más acusada entre la población extranjera: en el 2018, el 37,1 % de la población ocupada de origen extranjero tenía contratos temporales y el 19,3 %, a tiempo parcial, trece y seis puntos más, respectivamente, que la población de origen autóctono.
¿Ser inmigrante influye en la empleabilidad? A tenor de los datos, sí, y de forma destacada: en el 2018, la tasa de ocupación de la población extranjera en España con educación superior era 9,2 puntos inferior a la de la población autóctona.
En el 2018, la renta mediana equivalente de los individuos nacidos en el extranjero era un 37,8 % más baja que la de los nacidos en España. Una diferencia muy superior a la media de la UE, situada en un 7,3 %.
En el 2018, una de cada dos personas de origen extranjero en España estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. Descubre si se supera la media de los países de la UE.
¿Sabías que el 13,3 % de la población española es extranjera? Las solicitudes de asilo procedentes de países extracomunitarios se han multiplicado por doce en los últimos diez años en España.
El porcentaje de los llamados «ninis» (ni estudian ni trabajan) es mucho más alto en España entre las mujeres de origen extranjero que entre los hombres (27,8 %, respecto al 21,6 %).
La población de origen inmigrante tiene más probabilidades de residir en viviendas sobreocupadas. Así, en el 2018, el 13,2 % de la población de origen extranjero en España residía en viviendas sobreocupadas.
En el 2017, 66.498 personas obtuvieron la ciudadanía española, un 1,1 % del total de la población inmigrante, un porcentaje más bajo que en otros países como Italia, el Reino Unido, Alemania y Francia.
En el 2017, siete de cada diez españoles consideraban que la integración de los inmigrantes era generalmente satisfactoria, un porcentaje muy superior a la media de la UE.