Las personas tienen preferencias y gustos distintos sobre cuánto debe redistribuir un gobierno entre ricos y pobres. Por ejemplo, el gráfico 1 muestra que, en una encuesta representativa, aproximadamente el 80% de los españoles cree que los impuestos a los trabajadores de bajos ingresos son actualmente demasiado altos. Pero, ¿de dónde viene esta creencia y qué provoca las diferencias en las preferencias de las personas por las políticas redistributivas? ¿Por qué algunos creen que los impuestos son demasiado bajos para los pobres, mientras que la mayoría no? La evidencia ha demostrado que las personas tienden a ser más generosas entre sí dentro de los grupos étnicos, lingüísticos, culturales, religiosos y de nacionalidad (Alesina y Stantcheva, 2020). La disposición a redistribuir los ingresos entre los ricos y los pobres depende de la diversidad en ese sentido. Sin embargo, ¿tienen realmente las personas la información que necesitan para evaluar el sistema tributario? ¿Son conscientes de qué porcentaje de sus ingresos les grava el gobierno? ¿Y sabe la gente cuál es el gobierno, central o autonómico, que grava sus ingresos? Este proyecto primero evalúa cómo están de informados los ciudadanos con respecto a los impuestos. Luego se implementa un experimento simple: se proporciona la información relevante a un grupo de participantes y después se comparan sus actitudes hacia los impuestos, la desigualdad y la evasión fiscal con las del grupo que no ha recibido la información.

Es especialmente interesante implementar este experimento en España debido al alto nivel de diversidad entre las regiones y a la fuerte identidad regional de los ciudadanos. El estudio combina esta característica con la configuración institucional del impuesto sobre la renta personal en España, en concreto el hecho de que se ha cedido parcialmente a los gobiernos regionales. La mitad de la base del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se grava a nivel de las comunidades autónomas, y los ingresos se recaudan directamente a ese nivel de gobierno. Este hecho, sin embargo, no es muy evidente para los ciudadanos. La encuesta muestra que solo aproximadamente el 10% de los encuestados conocen este detalle. El primer tratamiento proporciona esta información a los participantes y permite estimar hasta qué punto el conocimiento de que una gran parte del impuesto recaudado permanece dentro de su región influye en las preferencias de las personas por las políticas redistributivas.

Estudios también han demostrado que la información que las personas tienen sobre su propia posición en la distribución del ingreso configura las preferencias por la redistribución (Cruces et al., 2013; Fernández-Albertos y Kuo, 2018). Sin embargo, una vez conocida su posición en la distribución de los ingresos, un elemento importante es la información que las personas tienen sobre el nivel de impuestos que pagan actualmente. Los ciudadanos a menudo tienen una fuerte percepción errónea sobre la carga fiscal real que asumen. Debido a la complejidad del sistema tributario, muchos contribuyentes no pueden saber con exactitud el nivel de impuestos que pagan. En otras palabras, es difícil para la mayoría de los ciudadanos evaluar cuánto aportan al gobierno. El estudio simula la verdadera carga fiscal de los ingresos declarados por cada participante. La simulación tiene en cuenta las tasas impositivas establecidas por el gobierno central y regional, y el número de hijos. Comparar esta simulación con lo que deducen los participantes muestra que, en promedio, las personas subestiman sus tasas impositivas marginales en aproximadamente un 10%, pero tienden a sobreestimar la tasa impositiva media. En la segunda fase, el estudio elimina este sesgo informando a las personas sobre su verdadera tasa impositiva marginal.

Los resultados (ver Foremny, 2020, para una discusión detallada) muestran que conocer el sistema de im-puestos es muy importante para los ciudadanos cuando los resultados afectan a la vida cotidiana y la toma de decisiones. La encuesta pregunta primero a los participantes sobre su estructura tributaria preferida según la distribución de ingresos; cómo evalúan el nivel de impuestos en España para ingresos bajos y altos; la compensación entre impuestos más altos y mejores servicios públicos; y su opinión sobre la evasión fiscal. Los resultados muestran que recibir información fiscal cambia la manera de pensar de los encuestados sobre una reforma fiscal. Plantean reformas fiscales más progresivas que el grupo de control, y sus reformas se caracterizan por tasas impositivas marginales más altas en la parte superior de la distribución de la renta. Las personas que conocen la división regional del impuesto sobre la renta personal consideran las desigualdades como un problema social más grande comparadas con aquellas que no recibieron esta información.

Los ciudadanos parecen tener grandes confusiones sobre la cantidad de impuestos que pagan. El estudio documenta las equivocaciones para la tasa impositiva media y marginal, dos características importantes del sistema del IRPF. La tasa impositiva media es la parte del monto total del impuesto pagado de los ingresos de una persona. Esta media resume la carga tributaria total para un individuo. La tasa impositiva marginal es importante cuando tomamos decisiones económicas, como aceptar trabajo extra. La tasa impositiva marginal es el porcentaje del impuesto que se pagará de un euro adicional de ingresos. Por ejemplo, una persona sin hijos que gana 50.000 euros y vive en Cataluña pagaría aproximadamente el 28% en impuestos, la tasa impositiva media. Si esta persona ganara 100 euros más, se quedaría con 63 euros y tendría que pagar 37 euros en impuestos por esos 100 euros adicionales. La tasa impositiva marginal es del 37% para las personas en ese grupo de ingresos. En un sistema impositivo progresivo, las tasas impositivas marginales son más altas que las tasas impositivas medias, porque las personas más ricas pagan más impuestos que las más pobres.
 

Como en el ejemplo anterior, a los encuestados se les preguntó cuánto creían que tendrían que pagar con un ingreso adicional de 100 euros. El gráfico 2 ilustra la distribución de los resultados. La barra azul indica que solo aproximadamente 1,000 encuestados, el 16%, pudieron predecir correctamente la cantidad de impuestos que debían pagar. Las barras de color rosa indican la proporción de participantes que subestimaron su carga impositiva. Este grupo de personas pensó que tendrían que pagar menos impuestos de los que realmente pagaban. Las barras naranjas, por otro lado, indican respuestas que sobreestimaron la carga fiscal. Este grupo es especialmente grande, porque muchas personas (44% en total) creían que tendrían que pagar impuestos sobre su ingreso adicional ficticio, a pesar de que en realidad no tendrían que pagar nada, o muy poco. El estudio muestra que esto sucede en particular a los trabajadores con bajos ingresos, por debajo del mínimo exento (aproximadamente 14.000 euros) en el que los ingresos permanecen libres de impuestos.

El impuesto español sobre la renta personal se comparte entre el gobierno central y cada gobierno regional. La mitad de la base imponible se grava a las tasas establecidas por el gobierno central en Madrid, y la otra mitad a las tasas impositivas establecidas por las comunidades autónomas. Los resultados documentan que las personas tienen una percepción errónea media de 28 puntos. El gráfico muestra que, en promedio, solo el 25% de los encuestados conoce esta característica del sistema tributario.
 

Sin embargo, hay diferencias entre los participantes. Los datos muestran que las personas que pagaron el IRPF en el año fiscal 2018 son ligeramente más conscientes de esta característica (el promedio en este grupo es del 25%) en comparación con las personas que no presentaron una declaración de impuestos (19%). Este sesgo es grande y existe en todas las edades y niveles de educación, aunque es ligeramente más bajo para los participantes con un nivel educativo alto y autónomos, mientras que los encuestados no activos laboralmente muestran en este caso el mayor sesgo.

Dado el gran sesgo documentado, es importante preguntarse si los participantes evalúan las políticas de manera diferente una vez que tienen la información correcta. Por lo tanto, el estudio proporciona información personalizada detallada sobre las tasas impositivas marginales a un grupo de encuestados seleccionados al azar en la encuesta. Otro grupo ve un video corto que explica el importante papel de las comunidades autónomas en el impuesto sobre la renta personal.

Se preguntó a los participantes hasta qué punto les preocupaban las diferencias entre ricos y pobres. Recibir información y reflexionar sobre la política fiscal provoca en este caso una diferencia importante. La mayoría de las personas ya estaban muy preocupadas y veían la desigualdad como un problema grave. Aproximadamente el 33% de los encuestados hizo esta declaración. Después de recibir la información sobre sus pagos reales de impuestos, esta fracción aumentó al 36%. Se puede observar un aumento similar para aquellos que reciben la información de que la mitad de su impuesto sobre la renta es recibida por su comunidad autónoma. Las diferencias con el grupo de control son estadísticamente significativas.

El estudio (Foremny, 2020) documenta otros resultados. Por ejemplo, se pidió a los encuestados que diseñaran su propio sistema tributario. Podían decidir las tasas impositivas para cuatro personas diferentes, ganando entre 10.000 y 180.000 euros al año. Los participantes que recibieron la información sobre su verdadera carga impositiva fueron especialmente diferentes del grupo de control y establecieron tasas impositivas más bajas para los hipotéticos contribuyentes de bajos ingresos y de clase media. Lo compensaron estableciendo tasas impositivas significativamente más altas para el extremo superior de la distribución de la renta. Otros resultados muestran que la información también ayuda a reducir la aceptación de la evasión fiscal. Es más probable que las personas respondan que no se puede tolerar bajo ninguna circunstancia una vez que están más informados sobre los impuestos que ellos mismos pagan.

Los sistemas tributarios resultan complicados y difíciles de entender para los ciudadanos. Sin embargo, es importante resolver este sesgo informativo porque la cantidad de información que tienen las personas afecta a su manera de pensar sobre la redistribución entre ricos y pobres. Es más probable que estén a favor de un sistema más redistributivo después de conocer los impuestos que pagan y que parte de la redistribución se lleva a cabo dentro de su propia comunidad autónoma. Por lo tanto, proporcionar a los ciudadanos más información podría ayudar a obtener su aceptación política de un sistema tributario más inclusivo y su apoyo a la parte más débil de la sociedad.

ALESINA, ALBERTO y STANTCHEVA, STEFANIE (2020), Diversity, Immigration, and Redistribution, NBER Working Paper 26620
 
CRUCES, GUILLERMO, PEREZ-TRUGLIA, RICARDO y TETAZ, MARTIN (2013), Biased perceptions of income distribution and preferences for redistribution: Evidence from a survey experiment, Journal of Public Economics, 98, pp. 100-112

FERNÁNDEZ-ALBERTOS, JOSÉ y KUO, ALEXANDER (2018), Income perception, information, and progressive taxation: Evidence from a survey experiment, Political Science Research and Methods, 6(1), pp. 83-110

FOREMNY, DIRK (2020), Information, Ethnic Diversity, and Preferences for Redistribution (manuscrito inédito)