El índice de privación material severa es un indicador que expresa la imposibilidad de pagar algunos artículos considerados por la mayoría como convenientes o incluso necesarios para llevar una vida adecuada. El indicador mide el porcentaje de la población que no puede permitirse por lo menos cuatro de los siguientes nueve elementos: 1. pagar su alquiler, hipoteca o recibos de consumos; 2. mantener su hogar a una temperatura adecuada en invierno; 3. hacer frente a gastos imprevistos; 4. comer carne o proteínas regularmente; 5. ir de vacaciones; 6. un televisor; 7. una lavadora; 8. un coche; 9. un teléfono.
La familia es importante para los jóvenes y un referente para formar la
suya propia. No obstante, un estudio entre jóvenes de 16 a 32 años
residentes en España revela que solo el 16 % tiene hijo.
Las personas pobres tienen mayor probabilidad de tener una carencia
adicional y menor probabilidad de dejar de sufrir una que las personas que
no son pobres.
Analizamos cómo las opiniones sobre la redistribución económica y la
protección social no solamente dependen de los ingresos familiares, sino
también del sueldo que cobran las personas del entorno social inmediato.
Tener trabajo ya no es suficiente para salir de la pobreza. Muchos hogares,
especialmente con menores, arrastran una pobreza laboral asociada a
salarios bajos o períodos de inactividad.
Según este estudio, 7 de cada 10 adolescentes fueron objeto de comentarios
e insultos sexuales. Las tasas de agresión sexual de los chicos duplicaron
las de las chicas, tanto de manera presencial como online.