Detectar la discriminación contra las minorías étnicas puede promover la inclusión social en entornos sociales multiculturales como la ciudad de Barcelona, que en el 2020 contaba con el 21,6% de población extranjera. Esta población estaba compuesta por 179 nacionalidades, siendo las más numerosas la italiana, la pakistaní y la china. Los estereotipos y prejuicios contra las minorías pueden provocar discriminación y tener claras consecuencias negativas para estos grupos. A pesar de merecer una especial atención por parte de los responsables políticos, pocas veces se estudian debido a las dificultades intrínsecas para medirlos.
El presente estudio investiga el comportamiento de los particulares en el principal mercado de segunda mano de España que opera en una plataforma en línea. Ésta y otras plataformas similares han revolucionado el mercado de segunda mano, con un considerable aumento del volumen de transacciones privadas entre desconocidos. El diseño de nuestra investigación permite identificar la discriminación contra las minorías étnicas y explorar sus posibles motivos.
El uso de experimentos de campo para identificar la discriminación étnica se remonta a mediados de los años sesenta en los Estados Unidos y se ha extendido recientemente a los países europeos (Riach y Rich, 2002). Estos estudios han tratado distintos aspectos de la vida de los inmigrantes, como la discriminación en la contratación laboral y el mercado de la vivienda, pero son menos frecuentes en el campo de los mercados de segunda mano en línea. Aun así, han sido muy efectivos para detectar la discriminación contra las minorías. Por ejemplo, Ayres y Siegelman (1995) observaron cómo los vendedores ofrecían precios significativamente más bajos a los compradores varones blancos ficticios que a las compradoras negras. List (2004) mostró que los vendedores ficticios de minorías recibían ofertas más bajas por sus cromos deportivos en venta en EEUU que las que recibían por los suyos los vendedores de etnias mayoritarias. Interpretó que esta discriminación era «estadística» o basada en estereotipos sobre las características de los vendedores de las minorías, y que podría superarse con medidas orientadas a aumentar su reputación.
Doleac y Stein (2013) analizaron los resultados del mercado de iPods a través de anuncios clasificados locales en línea en todos los Estados Unidos. Descubrieron que los vendedores negros recibían menos ofertas y más bajas que los vendedores blancos. Interpretaron que este resultado indicaba menores niveles de confianza en los vendedores negros, posiblemente como consecuencia de la aplicación de formas de discriminación estadística. En Suecia, Ahmed et al. (2009) detectaron discriminación de los compradores ficticios hacia posibles compradores ficticios con un típico nombre árabe/musulmán en las transferencias comerciales de pequeñas empresas en internet. Por último, en España, Bosch y Cobacho (2012) compararon las tasas de respuesta a las ofertas de compra realizadas por falsos compradores con nombres españoles, británicos, norteafricanos y latinoamericanos por parte de vendedores reales en un mercado de segunda mano. La investigación mostró cómo todos los compradores con nombres no españoles obtenían tasas de respuesta más bajas que los compradores con nombres españoles.
Todos estos estudios sugieren que la discriminación étnica puede ser predominante en el mercado, pero también que puede tener varias fuentes. Como argumentó Becker (1975), los individuos de la mayoría pueden sentir un «malestar» general hacia las minorías basado en prejuicios, que son emociones irracionales y negativas sobre otros grupos que resultan difíciles de cambiar. Sin embargo, los miembros de la mayoría también pueden discriminar sobre bases «estadísticas» (Arrow, 1972; Phelps, 1972), es decir, según estereotipos o evaluaciones racionales sobre el comportamiento típico de las minorías con las que interactúan, en función de sus propias experiencias o de las de otras personas en quienes confían. Los estereotipos pueden cambiar a medida que se recibe nueva o mejor información, opuesta a las evaluaciones previas, o a medida que cambia el contexto en el que se aplica el estereotipo.
Nuestro estudio propone un marco para distinguir las dos formas de discriminación comparando el tratamiento de la mayoría hacia las minorías cuando éstas actúan como compradores o vendedores en los mercados de segunda mano en internet. Si la discriminación estuviera basada en el prejuicio, esperaríamos que se aplicara siempre igual a las minorías, independientemente del papel que jueguen en el mercado. Por el contrario, si observáramos que la discriminación contra las minorías varía según si actúan como compradores o como vendedores, podríamos interpretar que esta diferencia indica la presencia de discriminación estadística basada en estereotipos sobre el comportamiento distinto de las minorías en contextos diversos.