Portugal, junto con Dinamarca, es una excepción en la EU-27 y tiene un porcentaje de mujeres científicas e ingenieras que supera ligeramente la media europea.
España y Portugal se sitúan por encima de la media europea en porcentaje de investigadoras en todos los sectores considerados, si bien la participación más baja corresponde al sector empresarial y la más alta, al gubernamental.